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Los derechos humanos. Teorías y definiciones |
El error fundamental del relativismo es admitir como criterio de valor la coherencia con si mismo y prescindir de la coherencia con la realidad exterior; considerar valioso aquello que está vigente dentro de una determinada cultura cuando el criterio de validez reside en la comparación entre distintos valores que encontramos en distintas sociedades. De la comparación, de la confrontación -por cierto, rechazada por los relativistas- puede surgir la superioridad de unos códigos morales respecto otros, establecer una jerarquía de valores válida para todos, admitir que ciertos valores son más deseables que otros, la libertad más que la esclavitud, el placer más que el dolor, el conocimiento más que la ignorancia, la belleza más que la fealdad, la salud más que la enfermedad, la verdad más que la mentira. La paz entre los pueblos, la abolición de la opresión del hombre por el hombre, la igualdad de sexos, no pueden reducirse a particularidades de distintas culturas y, por tanto, relativas; son juicios de valor universales y absolutos. El relativismo cultural, al negarse a comparar cualidades, cae en la antinomia de justificar valores antitéticos, afirmando igualmente la validez de parejas de contrarios.