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Historia de la pena de muerte

La electrocución: la silla eléctrica


Thomas Edison (1847-1931), fue el inventor de la bombilla. Lo que no se conoce tanto es que también participó en el invento de la silla eléctrica. Un empleado suyo, Harold P. Brown, fue el que llevó a cabo el desarrollo de este nuevo sistema de ejecución.

El invento se enmarcaba por un lado en la búsqueda en los Estados Unidos de un sistema de ejecución más eficaz que la horca, y por otro, en una batalla comercial, en la competencia feroz a finales del siglo XIX desatada entre Thomas Edison y George Westinghouse (los dos inventores y empresarios), por la implantación de un sistema de suministro eléctrico doméstico. Edison defendía la implantación de la corriente continua, y Westinghouse la alterna. La silla eléctrica de Brown y Edison funcionaba con la corriente alterna de su competidor, Westinghouse, con la pretensión de que el invento, asociando corriente alterna y silla eléctrica, haría que los consumidores no aceptaran en sus hogares la misma electricidad usada para la ejecución de los condenados, temerosos de su peligrosidad. Fue precisamente entonces cuando se empezó a utilizar la palabra "electrocución".

En 1889 el estado de Nueva York aprobó la silla eléctrica de corriente alterna como nuevo sistema de ejecución. El primer ejecutado con la silla eléctrica fue William Kemmler (prisión de Auburn, 6 de agosto de 1890). La primera mujer fue Martha M. Place (prisión de Sing Sing, 20 de marzo de 1899).

"El procedimiento es el siguiente: después de amarrar al preso a una silla construida para ese fin, los verdugos fijan unos electrodos de cobre húmedos a la cabeza y a una pierna del condenado, después de rasurarlas para garantizar un buen contacto entre los electrodos y la piel. A continuación, se aplican fuertes descargas de corriente eléctrica durante breves periodos. La muerte se produce por paro cardiaco y parálisis respiratoria.
"La electrocución produce efectos destructivos visibles al quemarse los órganos internos del cuerpo; al aplicar la corriente, el condenado muchas veces salta hacia delante, tensando las correas que lo sujetan, y en ocasiones defeca, orina o vomita sangre. Todos los testigos presenciales han descrito un olor a carne quemada."
Error capital. La pena de muerte frente a los derechos humanos. Amnistía Internacional. Edai. Madrid, 1999
A pesar de su presunta mayor efectividad respecto a la horca, desde los primeros momentos su utilización estuvo envuelta en polémica, debido a varias situaciones en las cuales las víctimas no murieron instantáneamente y tuvieron que ser sometidas a múltiples descargas eléctricas. No obstante, su utilización se fue extendiendo por los estados de la Unión.

En teoría, la inconsciencia ocurre en una fracción de segundo. Sin embargo, hay informes de víctimas cuyas cabezas ardieron, transformadores quemados, desprendimientos de las correas de sujeción u otros incidentes, con el resultado de ejecuciones temporalmente interrumpidas o largas agonías y padecimientos.

En 1946, cuando las autoridades del estado de Luisiana electrocutaron a Willie Francis, un adolescente de 17 años, éste sobrevivió al primer intento, a pesar de recibir múltiples descargas de la máxima potencia, mientras gritaba: "¡Paren, déjenme respirar!". No le sirvió de nada sobrevivir: pasado un tiempo, se firmó una nueva orden de ejecución y, finalmente, fue ejecutado un año más tarde, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos resolvió que esta segunda ejecución no infringiría la Constitución.

Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos anarquistas de origen italiano, fueron ejecutados en la silla eléctrica en Massachusetts el 23 de Agosto de 1927. Estaban acusados de un asesinato cometido en 1920, y su condena estuvo determinada por su militancia y activismo político, en medio de grandes dudas sobre su culpabilidad. Su juicio y la posterior ejecución generaron una gran expectación y protestas en todo el mundo.

"...si no ocurre nada entre el viernes y el lunes, nos electrocutarán el 22 de agosto, inmediatamente después de la media noche (...) con nosotros hay otro joven que se llama Celestino Maderios, al que van a electrocutar al mismo tiempo que a nosotros. Ha estado ya dos veces antes en esa horrible celda de los condenados, que deberían destruir las piquetas del verdadero progreso, esa horrible celda que será para siempre la vergüenza de los ciudadanos de Massachusetts."
Carta a Dante. Nicola Sacco. >> carta entera
A medida que fue avanzando el siglo XX se fue cuestionando cada vez más la utilización de la silla eléctrica. Después de convertirse a principios de siglo en el método de ejecución más utilizado en los Estados Unidos, posteriormente empezó a ser abandonada, sustituida en algunos estados por la cámara de gas y, a mediados de los años 80, por la inyección letal. En el año 2004, sólo se utilizaba en Alabama, Florida, Nebraska, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia.

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