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Joseph Bau / El pintor salvado por Schindler


Gonzalo Ugidos. El Mundo Magazine, nº 454, 8/6/2008 (fragmentos)

Retrato de Oskar Schindler, pintado por Joseph Bau

Joseph Bau (Cracovia, Polonia, 13-VI-1920) era el enamorado en el campo de concentración de Plaszow que en la película 'La lista de Schindler' se casa a escondidas con Rebecca Tennenbaum. Lo estadísticamente lógico es que ambos hubieran muerto en el Holocausto, como los padres y el hermano pequeño de Bau y otros seis millones de judíos. Si con apenas 30 kilos de peso seguía vivo cuando lo liberaron, fue gracias a Oskar Schindler y a que sabía dibujar y caligrafiar la letra gótica que tanto gustaba a sus verdugos.

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La tragedia de Joseph Bau, como la de otros tres millones de judíos polacos, comenzó a finales del verano de 1939.

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Los nazis prohibieron a los judíos viajar en tranvía, les impusieron un brazalete con la estrella de David, expulsaron a los niños de las escuelas y decretaron que cada uno tenía que llevar un kennkarte, la tarjeta de identidad amarilla expedida por la policía.

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Desvalijada, toda la familia fue confinada al gueto. Según la sagrada Biblia nazi, el 'Mein Kampf' de Hitler, publicado en 1925, los judíos eran criaturas infrahumanas y los Bau tuvieron que hacinarse en una habitación pequeña y lúgubre, sin electricidad, agua corriente ni aseo, dentro de un muro fortificado. Era el prólogo del lager, el campo de trabajos forzados de Plaszow, estación de paso hacia el exterminio en Auschwitz y Treblinka.

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Ante la mirada estremecida de Joseph Bau, un oficial de las SS llamado Gruen mató a su padre. En el gueto de Cracovia había quedado su hermano de 13 años y allí lo asesinaron el mismo año. Su madre murió de empacho tras su liberación de Bergen-Belsen. Los soldados estadounidenses, sobrecogidos ante aquellos esqueletos vivos, los alimentaron con enormes cantidades de comida; pero los estómagos de los cautivos no fueron capaces de digerir aquellos manjares y 10.000 de ellos murieron de indigestión en un solo día.

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Un humo denso, que olía a carne quemada, flotaba sobre los barracones.

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A Joseph Bau, el prisionero nº 69084, no lo redujeron a humo porque era útil: trazaba mapas, rótulos y señales para la oficina de construcciones. El comandante del campo era Amon Goeth, un energúmeno que pesaba más de 140 kilos y medía un metro y 92 cm. Lo llamaban el "verdugo de Plaszow" por su afición a disparar con un rifle contra los prisioneros, sin importarle si eran niños o mujeres. Acusó a un judío de ser demasiado alto y le disparó, luego orinó sobre su cuerpo, que aún se movía. Volviéndose ante un amigo conmocionado, le gritó: "No te gusta, ¿verdad?". Lo mató y también le orinó. Y repitió con un niño que sufría diarrea, después de obligarle a comerse sus excrementos. Cada mañana el monstruo rondaba por los barracones con dos bulldog adiestrados para destrozar personas.

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Goeth realizó trapicheos comerciales con el industrial Oskar Schindler para abastecer una fábrica de utensilios de cocina con mano de obra esclava. Para entonces Bau había conocido en Plaszow a Rebecca y fue ella quien le consiguió un puesto en la lista de Schindler.

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Cuando se confeccionaba la lista de judíos que Schindler iba a llevarse a su fábrica, Rebecca fue a ver a Pemper y le recordó que le debía un favor. En lugar de incluir su nombre, dictó el de su marido. Joseph no llegó a saber lo que su mujer había hecho por él hasta que en 1993 lo descubrió al ver el filme de Spielberg 'La lista de Schindler'.

A ella la llevaron a Auschwitz, donde gracias a sus recursos pudo engañar tres veces al siniestro doctor Mengele, "el Ángel de la Muerte", y tres veces se salvó de la cámara de gas. Él fue a la Emaillewaren, la fábrica en la que Schindler protegió de los campos de exterminio a 1.200 judíos polacos.

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En enero de 1945, Amon Goeth fue capturado por las tropas de III Ejército americano del general Patton y juzgado en Polonia. Se le imputó la muerte directa de 10.000 judíos polacos, vanamente solicitó misericordia y fue condenado a la horca. Su hija Monika Goeth escribió un libro titulado 'Yo adoro a mi padre, ¿debo adorarle?' Estaba basado en las opiniones de su madre, quien al conocer las aberraciones de su marido, se suicidó.

En 1950, Bau se instaló con su familia en Israel y se convirtió en grafista de la mayoría de las películas israelíes de los años 50, 60 y 70, en dibujante de cómic, poeta y escritor.

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Su hija Tzlila dice que "cada vez que veía un bicho en casa se las apañaba para cogerlos con un papel y cuidadosamente lo sacaba al aire libre".

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Aunque expuso sus obras en Nueva York, Chicago o Baltimore, no le gustaba salir de Israel. Tuvo que hacerlo en febrero de 1971 cuando los jueces austriacos reclamaron su testimonio en el juicio contra el agente de las SS Gruen, que había asesinado a su padre.



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Orígen de las imágenes:
- El pintor de Cracovia. Joseph Bau. Ediciones B, 2015
- www.josephbau.com
- El Mundo Magazine
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