"Por lo que sabemos de los testimonios de detenidos y soldados, los diarios de interrogatorio filtrados e incluso los memorandos del Departamento de Defensa autorizando técnicas específicas en las cárceles militares estadounidenses, el uso de la música como técnica de tortura fue generalizado. (...) En uno de los infames memorandos sobre tortura, Rumsfeld especificó que el volumen tenía que ser tan elevado como fuera posible sin llegar a perforar los tímpanos de los detenidos. (...) Algunos artistas se escandalizaron por el hecho de que su música fuera empleada como instrumento de torturas. El grupo Rage Against the Machine llegó a escribir al Departamento de Estado y alas fuerzas armadas pidiendo que dejaran de usar sus temas. Sin embargo, también hubo quien se sintió halagado. Cuando informé a Deicide de que su música se estaba utilizando como táctica de tortura, el batería del grupo respondió: 'Estupendo. Si estamos a la altura de los requisitos militares de maltrato sonoro, mi impresión es que Deicide está cumpliendo con su deber con el ejército'."
Justine Sharrock, "Enloquecer a ritmo de heavy"

"Ruhal Ahmed, residente británico encarcelado en Afganistán y luego en Guantánamo, contó que la música invadía la psique de un modo tan completo que no dejaba ningún espacio de consuelo que le permitiera a uno resistir la tortura física a la que era sometido simultáneamente. (...) Los británicos utilizaron el sonido, las capuchas y las posiciones de estrés con los presos irlandeses en Irlanda del Norte, y por ello fueron reprendidos y desautorizados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Los israelíes utilizaron técnicas similares contra los presos palestinos en Oriente Medio, que fueron consideradas de tortura y prohibidas por el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas. A pesar de su reconocida ilegalidad, las fuerzas estadounidenses han sistematizado el uso de la música en la llamada guerra contra el terror. Reprieve se propuso poner al corriente a los músicos del modo en que se utilizaba su música y animarlos a protestar contra esa práctica y por eso creó ZerodB.org (www.zerodb.org). Por medio de esta campaña, hacemos un llamamiento colectivo al Gobierno estadounidense para que prohíba de forma explícita el uso de la música contra los prisioneros. Miles de músicos han protestado contra esa práctica y se han unido a la iniciativa, incluidos Tom Morello de Rage Against The Machine, Elbow, Massive Attack, Trent Reznor de Nine Inch Nails y el sindicato británico de músicos, que representa a más de 30.000 afiliados."
Chloe Davies, "Canciones enloquecedoras en las cárceles secretas".