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"Soy mujer, y lo sería aunque me injertase un pene"
Kathleen Stock. La Vanguardia, 10/6/2022
. Entrevista de Víctor-M. Amela

Tengo 49 años. Nací en Aberdeen (Escocia) y vivo en Brighton. Soy ensayista, dimitida como profesora de Filosofía en la Universidad de Sussex. Casada con Laura, tenemos una hijita (1), más dos hijos varones de mi primer matrimonio (16 y 14). Soy de izquierda no progresista, y agnóstica

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-Dimitió como profesora de Filosofía?
-Sí, hace ahora seis meses.

-¿Por qué?
-Por ataques y desprecios.

-¿De parte de quién?
-De mi tribu: colegas, profesores universitarios, filósofos del mundo a los que consideraba compañeros...

-¿Qué ha sido lo más insoportable?
-Oír que soy tránsfoba, intolerante, ofensiva, peligrosa para mis estudiantes, y que me vaya a mi casa y me calle.

-¿Por qué quieren callarla?
-Por pánico a mis argumentos, el debate. Pedían que me despidiesen.

-Al dimitir les da la victoria.
-De adolescente fui acosada y siempre me he sentido rara y sola. Aquella herida ha vuelto ahora a supurar.

-Pero ya es usted mayorcita.
-Han atacado la puerta de mi despacho, he sufrido en mis clases y charlas protestas de grupos enmascarados con bengalas, y carteles insultantes, y amenazas físicas...

-Contra eso tenemos policía...
-Me aconsejaron que me protegiese.

-¿Esto pasa en la universidad?
-Sí. Debería ser espacio de debate intelectual. Pero están imponiéndose banderías emocionales en toda la sociedad.

-¿Es por su lesbianismo?
-Hay tan pocas referentes lesbianas que salí del armario hace solo diez años: soy lesbiana y feminista, pero me atacan por ser de izquierdas no progresista.

-¿Qué es eso?
-La izquierda progre amista con el capitalismo y abona el individualismo liberal, incluida la teoría de identidad de género.

-¿Qué propone dicha teoría?
-Que el género es subjetivo y tú decides si eres mujer u hombre. ¡Esto es aberrante!

-Que cada uno decida qué le gusta, ¿no?
-Claro que sí, pero por tus apetencias no vas a dejar de ser un hombre o una mujer.

-Hombre, mujer: eso es cultural, ¿no?
-Tu sexo lo determinan tus cromosomas. Tu sexo es una realidad biológica. Todas tus células son de hombre o son de mujer.

-Si me hormono y me opero, seré mujer.
-Serás hombre con morfología de mujer.

-Si transiciono, merezco protección.
-Claro, mereces ser protegido de discriminación laboral o legal. Ni temo ni odio a las personas trans: ¡las abrazo! Pero los transactivistas repudian mis reflexiones.

-Formule aquí alguna de sus reflexiones.
-Los espacios públicos solo para mujeres, como unos baños, deben protegerse y no admitir en ellos a un hombre que se haya autoasignado el género femenino.

-¿Esto está sucediendo?
-Sí, y criticarlo me convierte en tránsfoba, para un activista trans. Y critico que un hombre autoasignado mujer ingrese en una residencia o cárcel de mujeres.

-Arguméntelo.
-Sostengo que la teoría de identidad de género roba derechos a las mujeres.

-¿Seguro?
-Si en un equipo de fútbol de mujeres se acepta a un hombre autoasignado mujer: ¿se protege o desprotege a las mujeres?

-¿Sostiene que se las desprotege?
-¿Basta con que un hombre se declare mujer para considerarlo mujer y aceptarlo sin más en un vestuario de mujeres? ¿Sí?

-Están perdiendo las mujeres, sostiene.
-Veo machismo en borrar la distinción hombre-mujer: es decir, que el sexo es solo un maquillaje. Eso atenta contra la humanidad. ¡Pregunte a sus lectoras mujeres!

-¿Qué es una mujer?
-Una hembra que llega a la edad adulta. Yo soy mujer, y aunque me injertase un pene y me hormonase yo seguiría siendo yo.

-Si uno de sus dos hijos varones quisiera transicionar a mujer, ¿qué le diría?
-Esto angustia a muchas familias. Reflexionaríamos juntos acerca de la irreversibilidad de ciertos tratamientos hormonales y de cirugías radicales.

-¿Seguro que son irreversibles?
-Hay personas arrepentidas en un punto en el que es ya casi imposible revertir las consecuencias. Y esto es muy triste.

-Diga lo que diga, aumenta el número de jóvenes que transicionan.
-Claro, han oído que cambiar de sexo es sencillo y sano. Y cuando yo cuestiono esto, ya sé que incurro en un gran tabú.

-¿Es solo por lo que los jóvenes oyen? Algo más habrá, profesora...
-Es verdad que la mayoría son autistas.

-Pero ¿cómo se atreve a decir esto?
-Hay bastantes estudios publicados, léalos. O hay casos de fetichismo. O de atracción hacia su sexo. O quieren escapar de su feminidad (no ser mujer-objeto) o masculinidad (no ser macho-tóxico)...

-Si fuera así, todo es mental, pues.
-No, yo soy única y soy mujer, tú eres único y eres hombre. Esto es así, ningún capricho capitalista doblegará a la biología.

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'Material girls'

La profesora Kathleen Stock mereció el premio de la Excelentísima Orden del Imperio Británico por su compromiso con la educación universitaria. Y poco después abandonó la docencia. No soportó ataques de colegas a causa de opiniones suyas sobre identidad de género, que Stock expone en Material girls (Shackleton Books), libro valioso por controvertido: debatir nos vacuna de moralinas neopuritanas y favorece una sociedad abierta en la que ninguna voz sea acallada. Sus tesis levantan ronchas y entiende a sus agresores: "Creo que al desmentir la biología sus postulados, se refugian en la retórica emocional", aduce. Stock sigue hablando y aspira a sostener debates desapasionados en los que nadie juegue a ofenderse y nadie amenace a nadie, y quizá sea posible.